por: Fernando Hinterholzer Diestel * compilador
Desde su campaña política, el Presidente de la República,
el licenciado Enrique Peña Nieto, definió con claridad las reformas
estructurales que el país requiere en materia económica y laboral, y señaló la
necesidad de impulsar el crecimiento y generar más y mejores empleos.
Los importantes logros que se han obtenido a tan sólo 14
días del inicio de la administración, dan cuanta del impulso que el Presidente
le imprime al país, del indiscutible liderazgo del jefe del Estado mexicano que
ha logrado consensuar con las diversas fuerzas políticas un Pacto por México,
que se antoja como una de las más trascendentes decisiones de alta política que
registra nuestra historia reciente.
Así ha sido reconocido no sólo por los mexicanos que se
han manifestado favorables a los planteamientos presidenciales, sino por
representantes de gobiernos extranjeros que observan que México marcha con
rumbo definido en estos primeros días de administración federal.
El pacto es importante porque es la primera vez que tres
grandes fuerzas políticas se unen, no para solucionar un tema de emergencia del
país, sino para ver cómo, sin emergencias, transformar el futuro de México.
El Presidente determinó desde el mismo día en que tomó
posesión de su cargo, los ejes estratégicos que orientarán su gestión con las
13 decisiones presidenciables anunciadas en la misma ocasión, entramos de lleno
al cumplimiento de compromisos en beneficio de los mexicanos.
Todos quienes trabajamos en esta dependencia, estamos
obligados a conocer y a participar activamente en la ejecución de estas
orientaciones.
El Ejecutivo se propone la generación de más empleos y de
mayor calidad, lograr la recuperación real del poder adquisitivo de los
salarios con lo que las personas y las familias tendrán condiciones más justas.
Garantizar la seguridad social para todos los
trabajadores, independientemente de su estatus laboral y su protección también
social como parte fundamental de todo un sistema amplio de seguridad social
universal.
La Secretaría del Trabajo y Previsión Social se inserta
en tres vertientes fundamentales en la vida nacional, la primera, el desarrollo
económico, al que la dependencia aporta a través de la capacitación para el
trabajo, de la vinculación de los trabajadores con los oferentes del empleo, de
la promoción de empleos de calidad, del diseño y ejecución de políticas activas
de empleo.
Nuestra contribución al desarrollo del país, se verá
ampliada con las nuevas atribuciones que señala la Ley Federal del Trabajo a la
Secretaría, como es el caso del fomento a la productividad de las empresas que
necesariamente tendrá impacto en la competitividad del país.
La segunda la vertiente social, que se hace patente en la
vigilancia y protección de los derechos de los trabajadores, la promoción del
trabajo digno o decente, los beneficios compartidos de la productividad, la
seguridad social para los trabajadores independientemente de su forma de
contratación, el respeto absoluto a los derechos colectivos de los trabajadores
y a sus derechos sindicales.
Y la tercera la función de la gobernabilidad, en tanto
tiene como uno de sus propósitos el equilibrio de los factores de la
producción; es decir, mediar para conciliar intereses, para procesar por los
causes del entendimiento y la negociación los conflictos laborales y para
evitar el estallamiento de huelgas y los eventuales riesgos de afectación a las
fuentes de empleo.
Habremos de fortalecer por ello el tripartismo y el
diálogo social. Es fundamental que los delegados regionales conozcan a fondo
los cinco ejes estratégicos planteados por el Presidente Peña Nieto y propongan
acciones y programas para participar en ellos, porque debemos lograr un México
en paz, un México incluyente como segundo eje, un México con educación de
calidad para todos como tercer eje, un México próspero como cuarto eje y un
México que pueda posicionarse como un actor con responsabilidad global como
quinto eje.
Esto no solamente es un tema discursivo, es una necesidad
del estado, si queremos crecer económicamente sabiendo que el mundo tiene una
contracción gradual en el proceso de desarrollo económico y en su crecimiento
económico, es necesario que México se inserte como actor global buscando nuevos
mercados y atrayendo nuevas inversiones.
Los propósitos de esta Secretaría, por ello, son claros:
apoyar el crecimiento económico, la creación de empleos formales, ser elemento
de equilibrio de los factores de la producción.
El país tiene capacidad para
crecer en la medida que lejos de estar en conflicto los distintos factores de
la producción, estén en sano equilibrio, y tenemos esas condiciones para lograr
el crecimiento económico, tenemos paz laboral y equilibrio en los factores de
la producción.
Los números en materia laboral no son satisfactorios al
tercer trimestre de este año, somos 115 millones de habitantes, con una
Población Económicamente Activa de más de 51 millones, de los cuales casi 49
millones de personas constituyen población ocupada y 2.6 millones población
desocupada, equivale a un dos por ciento.
Los jóvenes desocupados de 14 a 24 años son más de un
millón, lo que representa un porcentaje altísimo de la Población Económicamente
Activa, y las mujeres sin empleo ascienden al 2.04 por ciento, más de un millón
también.
Los datos dados a conocer por el INEGI el martes de esta
semana, revelan que no son 14 millones las personas que se encuentran en la
informalidad, que al inicio de esta administración son 29.3 millones de
personas que se encuentran en informalidad con criterios de la OIT.
Se habla de una nueva metodología de medición, en la que
se considera no sólo al sector informal sino al empleo informal, al margen de
las especificidades técnicas o consideraciones de orden metodológico la verdad
es una, en México estamos mal en empleo.
Seis de cada diez trabajadores en México no gozan de
seguridad social como derecho al que deben tener acceso para prestar servicios
a un patrón, o carecen de él por dedicarse a la agricultura o al autoconsumo.
Esta situación no puede continuar, en un estado eficaz como el que pretendemos
los mexicanos, todos deben gozar de la totalidad de derechos que la
constitución les reconoce, todos los mexicanos.
Debemos dedicar nuestros esfuerzos también a implementar
las reformas a la Ley Federal del Trabajo, los retos que nos impone a partir de
ahora este ordenamiento son formidables.
La vigilancia del respeto de los
derechos de los trabajadores del campo, de las mujeres, de los trabajadores
domésticos, de los mineros, de los menores de edad, el fomento a la
productividad, la vinculación con la Secretaría de Economía para operar el
Comité Nacional de Productividad, con la Secretaría de Educación Pública para
trabajar en la certificación de competencias.
Muchos son los retos que nos aguardan y muchas las
expectativas de la sociedad, de esa magnitud es también nuestro compromiso con
este país.
Por ello los exhorto a dar siempre un esfuerzo adicional, la labor
que ustedes desarrollan en las entidades federativas es relevante, no se va a
permitir bajar la guardia en este compromiso, todos deben de estar la altura de
la responsabilidad que les impone el cargo que ostentan, el trabajo con los
gobernadores de los estados y las autoridades locales y municipales debe ser
respetuoso e institucional, pero cuidando siempre el cumplimiento de sus
obligaciones legales, sin desvíos, sin complacencias.
Este es un gobierno de resultados, eso se pretende y eso
está comprometido, es un gobierno que será eficaz, en que el desempeño honesto
y la vocación de servicio deben estar presentes en las tareas cotidianas.
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