sábado, 22 de diciembre de 2012

Turistas y locales celebraron la muerte y renacimiento de Huitzilopochtli

·         Llegó con la entrada del solsticio de invierno y el retorno de la luz del planeta Venus

Alondra García Lucatero

Historiadora Rebecca Beltrán Zapata
PETATLÁN, GRO. Con el objetivo de celebrar el primer cuarto del nuevo tiempo, el Matlactlihuan Yei Tecpal; el retorno de la luz del planeta Venus Quetzalcoatl, el inicio de la veintena de Panquetzalixtli, el comienzo del solsticio de invierno y la muerte y resurrección de Huitzilopochtli, turistas y locales realizaron un ritual sagrado en el poblado de Soledad de Maciel, mejor conocido como La Chole.

La historiadora Rebecca Beltrán Zapata explicó que en la antigua Tenochtitlán al dar las 18:00 horas una persona era elegida para recorrer toda la ciudad corriendo mientras llevaba en su espalda un muñequito de amaranto con miel, simulando el trayecto del sol por el universo seguido de las estrellas.

Al finalizar este recorrido todos los pobladores de la antigua Tenochtitlán recibían un pequeño trozo de amaranto que significaba la sagrada comunión entre cada ser humano y el sol.


Beltrán Zapata explicó que a la par de la entrada del solsticio de invierno a las 18:00 horas Huitzilopochtli murió y permanecerá crucificado durante tres días en la estrella del norte para finalmente renacer el 25 de diciembre como el pequeño y dulce niño Huitzilopochtli.


“Es tiempo de celebrar la luz, el nuevo amanecer a la conciencia que nace del corazón”, expresó.


En la base de la estela de Huitzilopochtli que se erige afuera de la iglesia del poblado de Soledad de Maciel, los turistas, visitantes y locales colocaron una ofrenda de agua, semillas, granos y frutas que fueron purificados con humo de copal.


Posteriormente realizaron un ritual sagrado consistente en cánticos guturales, agradecimientos a la tierra y al señor Huitzilopochtli.


Los participantes se tomaron de las manos alrededor de la estela y cerraron un círculo que simbolizaba la tierra.


Entrevistada al terminar la ceremonia, la historiadora Rebeca Beltrán lamentó que gran parte de los mexicanos ignora la historia prehispánica y el origen de estas celebraciones y cultos.


“Debemos descubrir nuestra historia, conocerla, investigarla, somos mexicas descendientes del sol”, expresó.

Juego de pelota en la antigua ciudad de Xihuacan, localizada en el
actual poblado de Soledad de Maciel, municipio de Petatlán

Al cuestionarle por qué se realizó la ceremonia sagrada en el pueblo de Soledad de Maciel, explicó que debajo de dicha comunidad estuvo asentada la ciudad de Xihuacan, durante el periodo prehispánico.


Indicó que la ciudad de Xihuacan es mencionada en los libros más antiguos, como son las Crónicas de Mexicayotl, en donde se le reconocía como el lugar de la casa de Mixcoatl, el padre de Quetzalcoatl.


La historiadora explicó que en Xihuacan (ahora Soledad de Maciel) residían todos los caballeros y los grandes sacerdotes Quetzalcoatl, quienes se encargaban de oficiar las ceremonias de fuego nuevo en toda Mesoamérica, a lo largo de todo el continente.


Subrayó que la ciudad de Xihuacan es 3 mil 500 años más antiguas que la cultura maya.


“Los mayas venían aquí a aprender de Xihuacan, imagínense la importancia que tiene esta tierra sagrada”, enfatizó.


Al cuestionarle por qué Xihuacan no se ha proyectado al igual que otras zonas arqueológicas que alcanzaron fama internacional, la historiadora reprochó que se debe a intereses económicos.


Por ello, dijo, a pesar de ser una cultura más joven que aprendió de los conocimientos y costumbres de Xihuacan, las zonas mayas se han patrocinado a nivel internacional para satisfacer intereses económicos.


“Yo supe de muchas personas que vinieron desde Europa a refugiarse en la zona maya por las supuestas profecías del fin del mundo”, insistió Beltrán Zapata.


Argumentó: “aquí está el cacao, el tabaco, el algodón, cultivos que nos dijeron que eran exclusivos de los mayas y resulta que son originarios de esta zona (Xihuacan), este era uno de los sitios más sagrados de la antigüedad”.


La historiadora exhortó a la población y las autoridades a apoyar con las investigaciones que se realizan en este sitio arqueológico.


Insistió en la importancia de conocer y entender la importancia de la zona, a la que calificó como una tierra sumamente llena de cultura y yacimientos arqueológicos, desde Petatlán hasta Zacatula.


Respecto al pánico generado entre la población por el supuesto fin del mundo el 21 de diciembre del 2012, Rebeca Beltrán indicó que el miedo obedece a la ignorancia.


“Si no despertamos y no conocemos la historia es más fácil dominarnos, controlarnos y saquearnos; como decían los abuelos… deja de llamarte mexica-no y asúmete como mexica descendiente del sol, es tiempo de despertar”, finalizó.

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