domingo, 9 de diciembre de 2012

Ayotzinapa marcha y pide justicia en Tixtla


Rogelio Agustín Esteban/SNI

CHILPANCINGO, GRO. Las familias de Gabriel Echeverría de Jesús y Alexis Herrera Pino solicitaron que los responsables del desalojo del 12 de diciembre no queden sin castigo, al tiempo que reprocharon el abandono en que se tiene a Edgar Espíritu Olmedo, el joven que quedó lesionado de  por vida al sobrevivir a un balazo que le rozó el pulmón derecho.

La mañana del sábado 8 de diciembre, cientos de estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa iniciaron una marcha que entró a la cabecera municipal de Tixtla y llegó hasta la casa de la familia Echeverría de Jesús.

Los normalistas marcharon llevando una corono de flores y un retrato de Gabriel al frente.

400 velas y 400 flores, una en cada mano de los estudiantes, hasta el final del contingente se acomodó parte de la planta docente y administrativo del plantel.

La población de Tixtla los miró pasar por las calles principales en silencio, sin manifestaciones de apoyo ni de rechazo, aunque algunos acompañaban con silbidos el sonido de la banda de guerra que nunca se cansó de tocar.

Una historia similar se vivió en Atoyac, ya que los alumnos de cuarto grado marcharon del punto conocido como La Y hacia la casa de Alexis Herrera Pino, el otro joven abatido a balazos en la entrada sur de la Autopista del Sol.

Diego Castro, vocero de la sociedad de alumnos, Ricardo Flores Magón señaló que este es solo el comienzo de los cuatro días en que se estará reclamando justicia.

El dirigente manifestó que durante los últimos meses, el golpeteo del gobierno en contra de la Normal Rural ha sido intenso, ya que se ha llegado a insinuar ante la opinión pública que los jóvenes merecían lo que les pasó en la carretera.

“Venimos a plantear nuestro temor de que este caso quede impune, lo que no vamos a permitir, porque la disculpa pública que dio el Estado en realidad fue una farsa”, manifestó el dirigente estudiantil.

Expuso que en el desalojo el estudiante de tercer grado, Edgar David Espíritu Olmedo sufrió un balazo que le rozó el pulmón, aunque sobrevivió tendrá secuelas para toda la vida.

Aunque el gobierno ofreció apoyarlo, hasta el momento la familia de Edgar está abandonada y el tratamiento lo tiene que absorber con sus propios medios.

No se vale…

María Amadea de Jesús,  madre de Gabriel Echeverría, sostuvo que es inconcebible que a un año de distancia, el gobierno sostenga la versión de que todavía no se sabe quienes accionaron sus armas de cargo para matar a los dos estudiantes.

“Yo solo pido justicia, eso no se hace, porque hay mucha gente que ha hecho muchos males y no les pasa nada, mi hijo era un estudiante que pensaba en superarse, no es cierto que como lo dicen; sean rateros o terroristas”, anotó.

Recordó que Gabriel no tuvo vicios ni era agresivo con las personas: “nosotros somos humildes, pero sabemos educar a nuestros hijos”.

Los hermanos de Gabriel, señalaron que ellos trabajaban fuera de Tixtla, entre otras cosas para apoyar sus estudios en la Normal de Ayotzinapa. Sus esperanzas estaban centradas en que el terminara su carrera y ya como profesionista aportara más al sustento familiar.

Esa esperanza de futuro quedó tirada en la carretera el 12 de diciembre de 2011 y al día siguiente sepultada en el camposanto de Tixtla, por eso la familia afectada señala que lo que pasó simplemente no se vale.

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