miércoles, 5 de diciembre de 2012

Pide López Rosas sobreseimiento del juicio político en su contra

* Asegura que la CNDH no tiene atribuciones legales para presentar denuncia en su contra

Rogelio Agustín Esteban/SNI

CHILPANCINGO, GRO. Al comparecer ante la Comisión Instructora del Congreso local, el ex procurador de Justicia, Alberto López Rosas solicitó el sobreseimiento del juicio político que se inició en su contra, ya que la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) no tiene atribuciones legales para presentar denuncias.

El sobreseimiento es un tipo de resolución judicial que dicta un juez o un tribunal, suspendiendo un proceso por falta de causas que justifiquen la acción de la justicia.

Para lo cual, López Rosas hizo una exposición de 56 minutos ante la comisión que preside el diputado local Omar Jalil Flores Majul, en la que exhibió un resumen de los videos que ha logrado reunir a lo largo de doce meses respecto a los hechos del 12 de diciembre de 2011 en la Autopista del Sol.

“He pedido que estos videos tengan valor probatorio y que se sometan a una revisión pericial, pero en el gobierno federal se han resistido a ello”, indicó.

Incluso, dijo que los hizo llegar a la CNDH, pero dicho organismo los menospreció y lo mismo ocurrió en la Procuraduría General de la República (PGR), dichos videos fueron tomados por las cámaras de vigilancia del C-4 y algunos aficionados que los subieron a internet.

En la proyección se muestra a los elementos de la Policía Federal (PF) cuando golpean, someten y disparan contra el grupo de estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa.

De manera cautelar

Dijo que la CNDH es una persona moral que no tiene entre sus facultades legales presentar denuncias en contra de ciudadanos, razón por la que el juicio que se inició en su contra carece de fundamento.

Por eso, al plantear su exposición ante los diputados locales solicitó que consideren la posibilidad de sobreseerlo, para no profundizar en lo que definió como una aberración jurídica.

En un primer instante lamentó que la CNDH haya presentado la denuncia a través de apoderados legales y que no la haya firmado el presidente, ya que la denuncia es un acto indelegable.

Aseguró que la CNDH, por ser una persona moral no está facultada para promover denuncias y que en consecuencia, el presidente de la CNDH está blindado, no hay margen para iniciar una acción penal, civil ni administrativa en su contra en caso de que se configure un abuso, solo deja espacio para el juicio político.

“Yo cuestiono el juicio promovido a través de un ente moral, debió ser un ciudadano y por eso es que habremos de objetar la representación de CNDH, comparezco de manera cautelar, por las razones de no reconocer que una persona moral pueda presentar una denuncia de juicio político”.

El ex fiscal guerrerense manifestó que tras el desalojo del 12 de diciembre de 2011, desde el gobierno federal hubo tres estrategias que influyeron para separar a la opinión pública de la objetividad; una mediática, otra jurídica y la tercera de tipo político.

“Eso permitió establecer una culpabilidad temprana a las autoridades locales”, dijo.

Integridad en riesgo

Durante toda la exposición, el ex procurador aseguró que de los hechos del 12 de diciembre la PGJ y su Policía Ministerial tuvieron una intervención marginal, ya que llegaron después de que habían caído muertos los estudiantes Alexis Herrera Pino y Gabriel Echeverría de Jesús.

Sostuvo que primero envió 40 elementos desarmados y después, ante los disparos y el incendio de la gasolinera se movieron 26 agentes armados con rifles R-15 y pistolas 9 milímetros.

Hasta el final defendió la versión de que los ministeriales nunca abrieron fuego, pese a que el diputado Omar Jalil le recitó un dictamen pericial en el que por lo menos uno dio positivo en la prueba de balística. 

Aunque hay dos policías ministeriales presos; Rey David Hernández Flores e Ismael Matadama Salinas, destacó que estos no dispararon sus armas de cargo, pese a que en las gráficas de diferentes medios de comunicación aparecen accionando sus armas.

En cambio, destacó que hay pruebas certificadas por estudios periciales de que 22 armas federales fueron accionadas por parte de los elementos de la PF.

Indicó: “debo declarar que esto me ha puesto en riesgo, he tenido que salir del Estado por seguridad, hoy vengo asumiendo mi responsabilidad, pero he tenido que salir por espacio de varios meses”.

Sostuvo que ese día Guerrero puso los muertos y la federación las armas, pero el caso sigue en la impunidad.

“La carretera fue una zona de guerra… obviamente, una guerra desigual”, apuntó.

Enfatizó que la del 12 de diciembre es una investigación es inacabada y que por lo tanto, no se puede juzgar a los implicados sin que se hayan tomado todos los elementos que indican la necesidad de reiniciar la investigación.

“No se ha llegado a la verdad histórica, mucho menos a la verdad legal”.

En consecuencia, insistió en la necesidad de analizar la causal de sobreseimiento.

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