Rogelio Agustín
Esteban/SNI
Manuel Olivares Hernández, representante de la Red de
Organismos de Derechos Humanos del Estado de Guerrero, manifestó que hace
aproximadamente una semana, los habitantes de la comunidad de Puerto las Ollas,
municipio de Coyuca de Catalán recibieron una amenaza de parte de un grupo del
crimen organizado que opera en la población de los Los Ciruelos.
“Les dijeron que irán a asesinarlos por el hecho de darle
alojamiento a la gente desplazada de La Laguna, ahora se quieren ir contra
ellos y por eso vemos que la gente no está tranquila”, señaló Olivares
Hernández.
Olivares formó parte de una misión de organismos civiles
que el martes y miércoles acudieron a la zona en que se mantienen las familias
desplazadas.
Lamentó que en la administración estatal se diga que los
desplazados están tranquilos, ya que en realidad tienen mucho miedo de sufrir
alguna agresión, pese a que están resguardadas por poco más de 50 elementos del
Ejército Nacional y unos 30 policías del Estado.
Recordó que el primer bloque de desplazados de La Laguna
llegó a Puerto las Ollas el 29 de noviembre, fueron resguardadas por policías y
militares, aunque hubo otro grupo que se movilizó antes por su cuenta, ante la
demora de las corporaciones y el temor de ser asesinados.
Explicó que en Las Ollas todavía hay 19 familias, lo que
da un total de 106 personas, entre hombres, mujeres y niños.
Anticipó que las organizaciones no gubernamentales que acudieron a la
zona del desplazamiento, elaborarán un plan emergente que presentarán al
gobernador Ángel Aguirre Rivero para atender el problema de manera integral.
Insistió en que los habitantes de Las Ollas también viven
momentos difíciles, aunque ellos hasta el momento no se han querido desplazar
de su lugar de origen, entre otras cosas por el sentido de pertenencia y los
usos y costumbres bajo los que viven en esa parte de la sierra.
Por esa razón dijo que no manejan nombres ni lugares
exactos de la ubicación de las familias perseguidas, ya que la posibilidad de
que haya represalias en su contra es real.
Señaló que al observar el estado en que se encuentran las
familias, las organizaciones se percataron que las despensas entregadas por el
gobierno estatal son muy raquíticas, pues no tienen los elementos mínimos para
darles valor nutricional.
“La verdad es que esas son despensas propias de una
campaña de proselitismo político, definitivamente la gente no se merece ese
trato y creo que deben reconsiderar su contenido”, anotó.
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